El sector lácteo costarricense enfrenta desafíos crecientes, entre los cuales destacan la apertura comercial impulsada por el proceso de desgravación en el marco del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, Estados Unidos y República Dominicana. Además, se enfrenta al comercio desleal y al crecimiento de productos etiquetados ilegalmente como lácteos, el aumento de los costos de los productos debido a los cierres de fábricas y puertos, así como las interrupciones en la logística de suministro de materias primas y bienes finales causadas por la pandemia del Covid-19. A esto se suman los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, así como los problemas de tránsito en el Canal de Panamá, derivados del cambio climático y el fenómeno del Niño.
Desde hace una década, en colaboración con el Ministerio de Agricultura y Ganadería y la Corporación Ganadera, la Cámara Nacional de Productores de Leche impulsa medidas NAMA para que los productores ganaderos de leche y doble propósito puedan mejorar su resiliencia ante el cambio climático.
Actualmente, el país cuenta con 2400 fincas incorporadas al Programa de NAMA Ganadería. La meta es incorporar 1232 fincas adicionales al programa entre 2023 y 2026, lo que equivale a 308 fincas nuevas cada año. Estas fincas deben adoptar el pastoreo racional (PR) y, de acuerdo con el plan de finca, algunas de las siguientes tecnologías: agua en los potreros, cosecha de agua de lluvia, aprovechamiento de purines, cercas vivas, pasturas mejoradas, bancos forrajeros, razas adaptadas, árboles dispersos, entre otras. En este proyecto, el Ministerio de Agricultura y Ganadería y la Cámara Nacional de Productores de Leche van a complementar recursos con presupuestos propios, recursos de los productores y de las plantas industriales a las que entregan su leche, así como con recursos de otros proyectos negociados y por iniciar.
El objetivo de este proyecto es beneficiar específicamente a los productores de la Región Chorotega, la región más seca del país, perteneciente al Corredor Seco Mesoamericano, quienes necesitan acelerar el proceso de adaptación al cambio climático. Esto se llevará a cabo mediante la implementación de acciones de NAMA Ganadería, utilizando fondos no reembolsables canalizados directamente a los productores, tanto de lechería especializada como de doble propósito de carne y leche, para potenciar su competitividad y sostenibilidad económica, ambiental y social.
Como parte de este proyecto, el Ministerio de Agricultura y Ganadería se ha propuesto agregar 308 fincas al Programa NAMA Ganadería cada año, de las cuales 55 serán en la Región Chorotega, totalizando 220 entre 2023 y 2026. La Cámara Nacional de Productores de Leche impulsa estas medidas como parte integral de la gobernanza de NAMA Ganadería, habiendo ejecutado proyectos similares anteriormente (como Adapta2+ de Fundecooperación).
La finalidad del proyecto es que los ganaderos de la Región Chorotega no solo adopten o estén en proceso de adoptar prácticas y tecnologías derivadas de la NAMA Ganadería, sino que también fortalezcan su capacidad de adaptación a los efectos del cambio climático mediante la efectiva implementación del Pastoreo Racional.
Las metas esperadas incluyen la vinculación de 40 fincas al proyecto que adopten una nueva tecnología, 40 fincas con mayor resiliencia ante los efectos de la sequía producidos por el fenómeno del Niño, y que el 80% de las unidades productivas vinculadas al proyecto fortalezcan sus capacidades de adaptarse y recuperarse ante efectos de eventos climáticos. Además, se espera que 40 fincas mejoren su estado empresarial y técnico, y que el 80% de las unidades productivas vinculadas directamente al proyecto registren un incremento en la rentabilidad promedio anual de su negocio posterior a la implementación del Plan de Mejoramiento (plan de finca).
El objetivo general del proyecto es habilitar la adopción de buenas prácticas productivas, empresariales, ambientales y tecnología sostenible de NAMA Ganadería en las pequeñas unidades productivas de leche y doble propósito en la región Chorotega.
Los objetivos específicos para alcanzar este objetivo general incluyen: 1) Identificar la situación actual de cada una de las unidades productivas vinculadas directamente al proyecto para establecer una línea base, 2) Diseñar un plan de mejoramiento (plan de finca) para optimizar la gestión y productividad de cada unidad beneficiaria del proyecto, 3) Ejecutar los planes de finca acordados entre expertos del proyecto y las personas productoras, y realizar extensión agropecuaria en las unidades productivas del proyecto, y 4) Monitorear la ejecución de los planes de finca y los resultados generales de las unidades productivas del proyecto.