El sector ganadero de leche y doble propósito juega un papel crucial en las zonas rurales al distribuir la riqueza en áreas menos favorecidas. La estabilidad socioeconómica en las regiones dependientes de la lechería se debe a la organización de los productores y su integración en la cadena productiva, lo que garantiza la venta de su producción y reduce la volatilidad de los precios. Aunque la ganadería tiene impactos en el cambio climático, como la producción de metano, también contribuye a capturar dióxido de carbono a través de prácticas como potreros, cercas vivas y bosques en las fincas ganaderas.

Los productores ganaderos enfrentan riesgos climáticos, especialmente sequías, que afectan la disponibilidad de forraje y la producción de leche. Las estrategias para mitigar estos impactos incluyen tecnologías como sistemas de riego de purines, que reducen la dependencia de fertilizantes químicos y mejoran la calidad del suelo. Además, iniciativas gubernamentales y apoyo internacional promueven prácticas sostenibles y medidas de adaptación, como la Estrategia de Ganadería Baja en Carbono, para enfrentar los desafíos del cambio climático.

El proyecto “Uso de la tecnología de fertirriego para el aseguramiento de las fuentes de alimentación de ganado lechero y doble propósito, mediante el abastecimiento de forrajes (gramíneas y leguminosas) y otros alimentos, como medida de adaptación al cambio climático” se ejecutó entre abril de 2016 y diciembre de 2020, siendo financiado por el Programa del Fondo de Adaptación. La Cámara Nacional de Productores de Leche fue designada como el ente ejecutor del proyecto.

Los objetivos específicos del proyecto incluyeron diseñar e instalar sistemas de fertirriego y captación de agua de lluvia, establecer áreas de cultivo de forraje y transferir conocimientos a los productores sobre la importancia de implementar sistemas de aprovechamiento de purín. Los resultados esperados abarcaron aspectos ambientales, sociales y económicos, incluyendo la reducción del impacto ambiental y los costos de producción, así como la mejora de la calidad del suelo y la generación de empleo.

El proyecto contó con la colaboración de varias organizaciones, incluyendo el Ministerio de Agricultura y Ganadería, instituciones académicas y empresas del sector lechero. Se destacaron los beneficios observados por los productores, como un mayor crecimiento y producción de forraje, así como ahorros en costos y mano de obra.

El proyecto “Proyecto Piloto de Adaptación al Cambio Climático: Uso de la tecnología de aplicación de purines para el aseguramiento de las fuentes de alimentación de ganado lechero y doble propósito, mediante el abastecimiento de forrajes (gramíneas y leguminosas) y otros alimentos, como medida de adaptación al cambio climático, cuenta con cuatro objetivos específicos:

  • Aprovechar adecuadamente los purines en fincas lecheras de conformidad con el “Decreto Ejecutivo N° -37017-MAG Autorizar el uso de purines del ganado bovino como mejorador de las características físicas, químicas y microbiológicas del suelo”. En cumplimiento al primer objetivo, se instalaron y están en operación, 52 sistemas de fertirriego para el aprovechamiento de purines, diseñados según las características de cada una de las fincas lecheras del proyecto.
  • Asegurar el abastecimiento de líquido para desarrollar las actividades propias de la actividad lechera. Para tal efecto, se instalaron 38 sistemas de almacenamiento de agua de lluvia (seis como reservorios y 32 mediante tanques plásticos)
  • Disponer de forraje para el ganado durante todo el año. En cumplimiento de este objetivo, los beneficiarios suman más de 70 hectáreas de forrajes de corta
  • Capacitar a productores de leche de la zona de influencia sobre la necesidad de implementar sistemas de aprovechamiento de purín; para lo cual, transferimos conocimiento a 1653 personas, entre días de campo y congresos; y publicamos 17 artículos y documentos

 

Adicionalmente, los beneficiarios suman más de 209 kilómetros de cercas vivas, 486 hectáreas de bosque, 2098 hectáreas adaptadas al cambio climático y 4971 animales protegidos del cambio climático.

Ante una consulta de evaluación interna del proyecto, los productores indicaron observar, después de la instalación del sistema de captación y riego de purines: mayor crecimiento, engrosamiento, producción, coloración y calidad de forrajes; disminución del periodo de rotación y mejoramiento del suelo. Añadieron, que el proyecto les significa ahorros en fertilizantes y mano de obra.

Los sistemas de captación de agua de lluvia han significado ahorros de entre un 25 y un 50% en la factura del agua y son utilizados para lavar instalaciones, regar pastos y para abastecer los bebederos de los animales.

La importancia de la adaptación al cambio climático en el sector ganadero se reconoció a nivel nacional, con el apoyo de iniciativas como la Estrategia de Ganadería Baja en Carbono. Los resultados del proyecto sirvieron como insumos para la elaboración de estrategias de sostenibilidad en el sector ganadero.

En conclusión, el proyecto demostró la efectividad de la colaboración entre el sector privado, instituciones públicas y academia para enfrentar los desafíos del cambio climático en la ganadería, y resaltó la necesidad de continuar buscando fuentes de financiamiento para estudios que analicen los beneficios económicos de medidas de adaptación como el uso de purines.